ECLIPSE



Los eclipses identifican la relación Sol, Luna, Tierra a través de los Nodos. Éstos son dos puntos ficticios determinados por la intersección de la trayectoria aparente del Sol (plano de la Eclíptica) y la trayectoria de la Luna.
Se llama Nodo Norte o cabeza de dragón al punto que la Luna atraviesa la eclíptica de Sur a Norte y Nodo Sur o cola de dragón al que la Luna atraviesa de Norte a Sur a la eclíptica. Los nodos son la interrupción de dos trayectorias.
Cuando el punto de esta trayectoria se encuentra cercano a la posición de la Luna Nueva o Llena se produce un eclipse.
En la medida que el Eclipse se produzca más exactamente en el punto de intersección se tendrá que el Eclipse podrá ser parcial, total o anular.
Tenemos dos tipos de Eclipse, uno es el Eclipse de Sol que implica que el Sol está conjunto a la Luna en una alineación Sol-Luna-Tierra. En este orden, el Eclipse de Luna implica que el Sol está opuesto a la Luna en una alineación Sol-Tierra-Luna.
Un Eclipse de Sol es una particular Luna Nueva y un Eclipse de Luna es una particular Luna Llena.
Normalmente durante un año se producen al menos 4 eclipses, dos de cada luminaria, pero existen casos excepcionales.
Los eclipses alteran los estados de ánimo, como la Luna rige las mareas y el Sol la fuerza vital, puede haber bajones tanto en el ámbito físico como emocional.
En todo Eclipse de Sol, predomina la energía femenina, lo emocional y lo subjetivo que subyuga la conciencia, moviéndose memorias.
En todo Eclipse de Luna predomina la energía masculina, nos colocamos más en el aquí y ahora destacándose algún aspecto de nuestra conciencia y del Yo individual.
El Sol y la Luna son de una poderosa influencia en la vida terrestre por lo tanto sus posiciones, sus aspectos a otros planetas y por sobre todo las lunaciones delinean las reacciones básicas del comportamiento humano, e inclusive de la naturaleza, animales y por supuesto de la tierra.
Las lunaciones y Eclipses tienen relación directa con fenómenos que ocurren en la tierra tales como la meteorología, con el campo electromagnético de la tierra, con la incidencia de rayos ultravioletas y con los cambios climáticos.
Tanto las Lunas Nuevas como las Lunas Llenas y sus correspondientes eclipses indican un estado de tensión que tiene directa repercusión sobre las placas tectónicas terrestres que al estar en estado de tensión pueden debido a una “especial” lunación y eclipse fracturarse originando movimientos telúricos y maremotos que se deberían al desplazamiento por fractura de la estructura rocosa a lo largo de una falla debido a un estado de tensión.
Esto se puede precisar estudiando con atención los tránsitos planetarios que rodean los Eclipses.








Los eclipses modifican la canalización habitual de las energías ying-yang.
Presente y pasado se acondicionan.

El Sol, polarizador de nuestro espíritu, nuestra esencia y conciencia en dialogo intimo con la Luna, nuestra alma, nuestras memorias y emociones.
El Sol principio masculino. Vida actual.
La Luna principio femenino. Vida pasada.
Eclipse de Luna llena y eclipse de Luna Nueva. El interjuego de polaridades y un proceso que según la constelación y el eje en el que se hace el eclipse más la posición de los planetas gobernadores, llevaran el nivel de vivencia más hacia un plano que hacia otro. Obviamente la cualidad y calidad de esa vivencia esta directamente relacionada al elemento correspondiente a la constelación donde se encuentran el Sol y la Luna e influirá en nosotros según las particularidades de nuestras propias cartas astrales.
Se interjugaran energías en ejes que necesitan un alineamiento y balanceo entre lo manifiesto y lo latente. Entre lo que fue y lo que es.



TOTALY ECLIPSE OF THE SUN!







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