Entre el 9
y el 21 de agosto pudimos sentir el alivio del fin del ciclo de retrogresiones
que nos presionaba, nos exigía y ponía a prueba, pero el trabajo continúa y con
la llegada del Sol a Virgo comenzaron las depuraciones y el ejercicio personal
para que podamos avanzar más concientes y con evidentes mejoras en nuestras
actividades, hábitos y costumbres.
Los principales “ajustes”
captarán todos nuestros esfuerzos y atención hasta por lo menos el 30 de septiembre
y la LUNA LLENA DE LIBRA con sus bondades armónicas.
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