Se prendieron los motores de lo que vuelve.
El peso del Alma.
Libra y la balanza que compensa para equilibrar.
Los 180 grados de la circunferencia...comienzan a llegar los efectos de nuestras causas.
Oscilaciones del péndulo.





La leyenda Maya
Cuenta la historia que los mayas preparaban sus ejércitos para la guerra cuando Venus se ponía retrogrado.
Todo lo amoroso y armonioso que este planeta brinda se da vuelta durante la retro y la figura de Venus se vuelve amazónica.
Es el momento en el que Venus desaparece del horizonte y esta “debajo de la tierra”. Esto se asocia con un viaje de Venus al mundo subterráneo donde a mitad de ciclo sufre una transformación de mujer a hombre. Al final del ciclo retrogrado Venus resurge transformada como el lucero vespertino.
Venus como el planeta de la armonía, el balance y el equilibrio sufre una retrogradación cada dos años y medio para equilibrar la balanza.
Aquella área de nuestra vida que necesita un reajuste, alineación y balanceo, soportará el transito de Venus retrógrado. Una experiencia sobre lo opuesto que amplia nuestra perspectiva conectándonos con nuestros sentidos desde lo mas primitivo que tenemos dentro.
La balanza, los platillos y la búsqueda del equilibrio provocan un movimiento que lleva todo hacia un platillo. Época de compensación, balance y ajuste de prioridades. Los valores sobre la balanza a ver que es lo que pesa más.
Todo esto implica un proceso que va del 6/10 al 20/11.
Relaciones, acuerdos, sociedades, asuntos legales, recursos, dinero y autoestima son los mas sensibles a este transito donde el debe y el haber han de dar iguales.





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