Solsticio de Capricornio y Saturnales:
Llega el verano al hemisferio Sur, ¡playa! ¡vacaciones!
Al hemisferio Norte llega el invierno. ¡Nieve!
La tradición de las fiestas de diciembre se remonta a la celebración del solsticio de Capricornio que realizaban los antiguos pueblos del hemisferio Norte, principalmente mayas y egipcios. De estos últimos los romanos adquirieron las bases de su cultura y así surgieron las saturnales, bajo el Sol de Capricornio regido por Saturno.
Durante las tres estaciones anteriores habían estado trabajando duro y bajo la regencia de Saturno se completaba la obra. Se preparaban para invernar celebrando con banquetes y regalos el ciclo concluido, los resultados obtenidos, el triunfo y la reducción de la actividad que traía consigo la estación fría. Celebraban la llegada del debido descanso y renovación de energía.
Más tarde la llegada del cristianismo en su evangelización tuvo que hacer encajar sus creencias con otras que llamaban paganas. Así resultó que el nacimiento de Jesús fue interpretado como la llegada del Solsticio de Capricornio, momento en el que el Sol desde su punto más al Sur comienza su recorrido de vuelta al Norte, lo cual puede interpretarse como un nacimiento. Todo nos remonta a adorar al Sol. Toda nuestra fuerza, toda nuestra Fe está basada en el recorrido de la tierra alrededor del Sol, fuente dadora de vida, léase Dios en algunas culturas.
Navidark
Transformar paradigmas, códigos, tradiciones y estructuras para realizar el salto evolutivo de esta época implica entender que relatos y descripciones contenidas en el viejo y nuevo testamento como en otros libros religiosos son símbolos acordes a la mentalidad de los hombres y mujeres de la antigüedad. Es entender que Jesús es una figura que posiblemente ni siquiera existió y que de acuerdo a las necesidades sociales y políticas de aquellas épocas se construyó un sistema de creencias hoy totalmente obsoleto.
No podemos seguir construyendo nuestras vidas sobre ideas y pensamientos erróneos que colocan a la divinidad fuera de nosotros y nos dejan a la merced de sus voluntades, totalmente dominados e indefensos.
Las culturas indígenas, las sociedades chamánicas tienen mucho más para mostrarnos que los tradicionales libros de texto. Quién está conectado con la tierra, con el cielo, con sus raíces y la esencia de los ritmos de la naturaleza no podrá adherir jamás a ídolos falsos.
La verdad está al alcance de nuestros ojos, pena que la débil naturaleza humana nos compela a rechazarla.
Se manipula la inocencia infantil por la tonta necesidad de crear un ambiente mágico ilusorio en torno a la navidad. Se les enseña a los niños el engaño y la mentira ¡autorizada por los propios padres! ¿Será que no es posible la magia sin engaño? ¡Pues no! La verdad es mucho más mágica y milagrosa! Los presentes navideños pueden venir de un lugar mucho más luminoso.
Seguimos aferrados a una fantasía por miedo.
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