LOS
EFECTOS DE NUESTRAS CAUSAS:
Venus,
por la cualidad de su órbita y movimiento, es el planeta de la armonía, razón
suficiente para que antiguas culturas como la maya y la olmeca basaran su
calendario en los tránsitos de Venus que es como un reloj cósmico que marca un
compás armonioso.
Entre
la noche del 5 de Junio y la madrugada del 6 de Junio (dependiendo en qué parte
de la Tierra nos encontremos) Venus retrógrado hace conjunción exacta al Sol.
Esto marca una tendencia que se sentirá unos días antes y unos días después,
Eclipse de Luna mediante.
Venus
estará en una posición poco usual que utiliza para rebalancearse y adquirir
perspectiva. De este modo vivimos experiencias extremas y fuera del orden
habitual, y en muchos casos se ponen en jaque relaciones, valores y recursos en
pos de alcanzar mayor equilibrio y una mejor sintonía para la conciencia.
Se
nivela la balancita y se viven compensaciones.
Esta
posición de Venus “del otro lado” este año se verá a simple vista. Venus
divisable como un punto negro en el cielo, en vez de divisable como un astro
brillante nos muestra su lado oscuro.
Venus retrógrado tiene que ver con
identificar la proporción y la desproporción para equilibrar la balanza.
Venus es el planeta que nivela la
sociedad. Venus constituye nuestros gustos y placeres y cuando está retrógrado
nos lleva en un viaje hacia el fondo de la tierra conectándonos con otra
faceta, con un aspecto menos condescendiente y más contestatario. En el
recorrido hacia el equilibrio Venus efectúa ajustes, si es necesario en forma
ruda, que traen mayor equilibrio a alguna área de la vida, aquella que esperaba
una compensación.
Venus retrógrado nos invita a hacer un
recorrido por zonas más instintivas, no sociabilizadas, que no están bajo
ninguna norma o régimen moral, para rescatar así valores y prioridades
olvidados.
Las relaciones, a quienes queremos y qué queremos se ajustan, alinean y balancean para adaptarse así a una nueva frecuencia de órbita más acorde a nuestros gustos, preferencias y necesidades actuales.
La leyenda Maya
Cuenta la historia que
los mayas preparaban sus ejércitos para la guerra cuando Venus se ponía
retrogrado.
Todo lo amoroso y
armonioso que este planeta brinda se da vuelta durante la retro y la figura de
Venus se vuelve amazónica.
Es el momento en el que
Venus desaparece del horizonte occidental y esta “debajo de la tierra”. Esto se
asocia con un viaje de Venus al mundo subterráneo donde a mitad de ciclo sufre
una transformación de mujer a hombre. Al final del ciclo retrogrado Venus
resurge transformada como el lucero vespertino oriental.
Venus como el planeta de
la armonía, el balance y el equilibrio sufre una retrogradación cada dos años y
medio para equilibrar la balanza.
Aquella área de nuestra
vida que necesita un reajuste, alineación y balanceo, soportará el transito de
Venus retrógrado. Una experiencia sobre lo opuesto que amplia nuestra
perspectiva conectándonos con nuestros sentidos desde lo más primitivo que
tenemos dentro.
La balanza, los platillos
y la búsqueda del equilibrio provocan un movimiento que lleva todo hacia un
platillo. Época de compensación, balance y ajuste de prioridades. Los valores
sobre la balanza a ver que es lo que pesa más.
Relaciones, acuerdos,
sociedades, asuntos legales, recursos, dinero y autoestima son los más
sensibles a este transito donde el debe y el haber han de dar iguales.