El 2012 se caracteriza por una seguidilla de retrogradaciones que nos sintonizan la conciencia.
Entre el 11 de marzo y el 5 de abril especialmente, un período crítico que implicó una reorganización de hábitos y costumbres revisando nuestros objetivos, nos puso a prueba durante la superposición de retrogradaciones de Marte y Mercurio.
Sabremos si hemos pasado o no la prueba echando un vistazo a nuestras experiencias del mes de abril.
Las retrogradaciones son engañosas, especialmente las de Mercurio, y como se incrementa el nivel de auto engaño no todo es lo que parece ser.
Así pues una vez pasada las retrogradaciones vemos sus concecuencias.
Las retrogradaciones de Marte le agregan una faceta a nuestra identidad que nos cambia reorientándonos. Un cambio a través de la integración a la conciencia de una actitud motivada por el deseo de auto superación.
Si cambias la manera de actuar cambia quien eres.
Las retrogradaciones de Venus nivelan nuestra balanza ayudándonos a identificar la proporción y la desproporción, lo que nos gusta y nos hace bien y lo que no nos gusta y no nos hace bien, rescatando así valores olvidados y haciendo un trabajo sobre la autoestima.
Mercurio rige la comunicación, el intercambio, la mente objetiva que cuando este planeta está retrógrado se vuelve subjetiva. Los movimientos se alentan y llega el tiempo para la reflexión y el examen de conciencia.
Las retrogradaciones son una invitación para sanar, para aprender, para recuperar energía y memorias lo cual dependerá de las elecciones que hagamos, éstas delatan nuestro nivel de conciencia.
Las retrogradaciones entonces redimen karma o lo incrementan según nuestras elecciones y de ellas dependerán los frutos que recojamos más tarde.
Al momento de nacer perdemos la memoria de nuestro origen, de nuestra historia ancestral, de nuestras experiencias, conocimientos y razón se Ser.
Toda nuestra vida será un continuo recorrido para recuperar la memoria y descubrir quienes somos. Con nuestro astro mapa este recorrido se agiliza y se hace más ameno, pues nos ayuda a reconocer las señales y a expandir la consciencia, rehabilitándola mientras que año tras año con las revoluciones solares, mes a mes con las revoluciones lunares y día a día según los contactos planetarios vamos construyendo nuestro "destino" en sintonía con la totalidad de la vida.
Nuestra experiencia vital está basada en el contenido de nuestro haber espiritual, al mismo lo desciframos en nuestro astro mapa.
Quienes tienen en su astro mapa natal planetas retrógrados tales como Mercurio, Venus y/o Marte manifestarán en sus vidas repeticiones y vueltas atrás en las experiencias añadiéndole a las mismas un aprendizaje, una sanación o una reorientación especial y los recuerdos tienden a ser más intensos, vívidos y reveladores.